La Asamblea General aprueba las cuentas

El veinticinco de septiembre se celebró en los jardines del Txoko la Asamblea General de la Asociación con la presencia de un grupo de antiguos alumnos que, aun sabiendo que no habría celebración alguna, se personaron en Lekaroz para escuchar a los miembros de la Junta informar sobre la marcha de la asociación. La asamblea se inició con la lectura por parte de la secretaria de la Asociación, Alicia del Castillo,  del acta de la última reunión, en 2019, que se aprobó por unanimidad. A continuación, el presidente, Fermín Goñi, informó sobre las reformas que se han efectuado en el edificio del Txoko: cocina y hornos nuevos, obras de ampliación de la cocina, cambio de la campana extractora y otras modificaciones menores, para centrarse en lo que la junta está trabajando en la actualidad: el sistema digital de reservas del comedor y los accesos a la finca y al edificio mediante una aplicación en el teléfono móvil y con llave de contacto. Estas innovaciones son absolutamente necesarias ya que el anterior sistema de reservas y accesos ha quedado suspendido porque desde el Albergue Lekaroz ya no pueden prestarnos ese servicio.

Está previsto que para comienzos de noviembre todas las modificaciones estén en pleno rendimientos, completando el proceso de digitalización que la Asociación está llevando a cabo. La propia web, que se ha rediseñado por completo, será el nexo de unión entre todos ya que cualquier notificación o modificación se hará a través de ese canal, aunque una vez al año todos los asociados recibirán una revista impresa. Goñi también informó de que probablemente a finales de 2021, o a comienzos de 2022, si el constructor no puede trabajar en los plazos acordados, se procederá a renovar los baños, y a lo largo del próximo año se cambiará la instalación eléctrica, que no se ha revisado desde que el Txoko se edificó en 1985. Todas estas inversiones se hacen con los fondos propios de la Asociación. Según informó el tesorero, José Mari Garmendia, los saldos en las cuentas permiten acometer estas obras, a cuyo término la Asociación se quedará menguada de fondos pero, como siempre, sin deudas. Se espera, además, que el Txoko se utilice a partir de ahora mayor número de días por el levantamiento a las restricciones en aforo derivadas de la pandemia.

De izquierda a derecha, Javier Pertika, José Mari Garmendia, Fermín Goñi y Alicia del Castillo

La Secretaria, Alicia del Castillo, informó del proyecto del Gobierno de Navarra de restaurar la iglesia del colegio antiguo y transformarla en un centro de coworking e innovación. Si este proyecto llega a buen término, la Asociación tendría un espacio disponible para organizar una o dos veces al año, jornadas con antiguos alumnos sobre temas de interés general.

En el capítulo de Ruegos y Preguntas, se hizo referencia al estado de la gruta Lourdetxo y a las innumerables gestiones que se han hecho en el Ayuntamiento del Valle de Baztan para que se arreglen sus accesos. El asunto tiene grandes dificultades ya que intervienen la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (cuya sede está en Oviedo), el Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra. La Asociación se encarga, pro bono, de su mantenimiento. Todos los asistentes a la asamblea mostraron su preocupación por el lamentable estado de los accesos y se informó de que una persona relacionada con el valle ha hecho un ofrecimiento al consistorio de Elizondo para costear los gastos si le permutan una finca anexa por los terrenos que ocupa Lourdetxo.

Con una copa de txakolí de Bakio acabó la asamblea y todos los asistentes expresaron su deseo de que en 2022 la próxima, que será la número 103, sea la mejor asamblea de la historia de nuestra centenaria asociación, con una comida de hermandad en los jardines del Txoko.